Un día de mañana, en espera del tibio rayo de sol, No hay inquietud ni sombra ni distancias; Como aquella alba que alumbraba nuestra pasada infancia, Llegaste a mí sin un llamado si aviso, Tendiste tu mano y mis pies se posaron. Agradecí a tu ser, Que de improviso me hizo renacer, E impulsaste mi vuelo entre nubes y rosas; Ahora, este recuerdo es mi anhelo, Vuelas conmigo, no existe nada, Eres mi testigo cual fiel aliado, Que a mi alma asiste, Que mil vuelos as creado Me cobijo en ti; Cual río se entrega a la mar Y mi vida infinita se recoge en tu final, Eres sueño de mis sueños, Y sonrisa de mi boca, Deseo entrañable, riqueza que hoy poseo, Amor cegado para todo deseo; Cierro mis ojos y sólo a ti te veo… Mariposa.
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Cerràs tus ojos y lo ves ...
Y los abrìs y seguro que lo tenès!
Que suerte :))
Por aqui hace un frio terrible. Ya quisiera una tarde de primavera, Pia! Nos hace mucha falta y supongo que en Shhhiiiile tambien.
Te mando un beso y un gran abrazo.
Me alegro de que hayas vuelto pues asi mucho que no pasabas por el blog.
Pasarè seguido, prometo intentarlo.
Chuikkkkkkk !!