Derramando sedas como ríos
lograr encaminar los suspiros,
desnudas lunas de almendras
con suaves melodías y algunos poemas.
Jugar con las palabras
agonizantes en mis labios
en espera de conocer;
los detalles de tu entorno.
Muros de marfil
las huellas rojas dejadas por ti,
cercanos a niños que sufren
y dos ambientes que esperan por ti.
Intentos de acordes de guitarra
esculpiendo tu cuerpo y alma
imágenes de encuentros y un mañana,
que espera de noche a la luna
y al sol de madrugada.
Ausencias, de meses que prolongan
palabras frente al teclado que llora;
dividido este amor, por una cordillera
vivencia de un jardín
que renace en primavera.
Poeta tan cerca y tan lejos de mis letras
heme aquí perdida entre mares y estrellas,
haciendo dudar al tiempo;
mas percibo la mirada de azules intensos.
Ya no importa ese miedo de la flor al vacío
si tiene nombre este desierto infinito
pues todo se transforma cuando tu te presentas,
con tu respirar de fatigas lejanas.
Reafirmo todo lo que siento
como las estrella talladas por el viento
y vuelo muy alto, muy alto
y desde aquí te veo, te aprecio, te encuentro.
Mariposa de agua.
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